Fueron las palabras de una madre, tras la manifestación en Oberá de psicopedagogas, psicólogas y fonoaudiólogas que trabajan como profesional integrador en el sistema educativo de niños y adolescentes con algún tipo de discapacidad; y que facturan como monotributistas para las obras sociales; pero reclaman mejores condiciones y salarios dignos.
«La lucha silenciosa a la que muchos nos enfrentamos, a la cuál muchos callamos y la vivimos de manera abnegada. Acostumbrados al atropello, a la burocracia, a los trámites de trámites de los trámites, y a los tiempos infinitos que nunca se ajustan a la necesidad del que realmente necesita.
Hoy se quiere hacer visible la necesidad y lo desatendido que estamos. Tanto los profesionales como las familias de quienes acompañan a una persona con discapacidad.
No es de hoy ni de ayer que muchas familias que no cuentan con una obra social tengan que afrontar grandes costos de un tratamientos, y aquellos que tienen una obra social esperar los caprichosos tiempo de reintegro para cubrir un tratamiento…y aquellos como mi particular caso años trabajando únicamente para cubrir una prepaga carísima, sin poder hacer más que trabajar 6 días a la semana 8 hs por día para que mi hijo pueda acceder a una cobertura más completa para su tratamiento… Que de todas maneras nunca están garantizados…. Tratamientos que son necesarios hoy.
Desde los 20 años trabajo para pagar la prepaga de mi hijo….muchos años que ni siquiera me alcanzó para cubrir gastos básicos míos…. Me levanto todos los días pensando que será de mi hijo si yo no puedo costear su tratamiento…. Porque no hay nada ni nadie que me lo garantice… Y hoy me hablan de ajuste a la discapacidad…. ¿Más ajuste de lo que vengo viviendo tantos años? Hoy veo a sus profesionales, psicopedagogas, fonodiologas, estimuladoras tempranas, docentes de apoyo y a cuántas más …luchando porque tener un reintegro con los valores reales en tiempos considerables y acordes al trabajo… Cuánto más?», finalizó la madre de un niño con autismo.
El viernes, un grupo de profesionales se congregaron en el centro cívico obereño para reclamar mejores condiciones y salarios dignos.
Al respecto, Camila Cortinez, psicopedagoga de Oberá, prestadora de algunas obras sociales, manifestó «el fin por el que nos reunimos en el centro cívico es para que se visibilice la lucha del área de discapacidad, que se dejen de pisotear los derechos de los chicos y adultos con algún tipo de discapacidad, visible o no, y se valore el trabajo de los prestadores de salud, de educación y transporte», y agregó «cada vez podemos trabajar con menos obras sociales porque no se paga lo que realemente deberíamos estar cobrando por nuestro trabajo. Hay mucha violencia institucional hacia los prestadores y hacia las familias, y los chicos se van a ir quedando sin las prestaciones que son indispensables para desarrollarse en su vida».
«Si apuestan a la inclusión, si les interesan los derechos de las personas con discapcidad, les pido que ayuden a visibilizar nuestra lucha», finalizó la profesional.