LA TORMENTA PERFECTA

Lo ocurrido en el sitio a la avda Uruguay en Posadas es un gran llamado de atención para un gobierno sin margen para equivocarse en cuestiones tan sensibles como lo salarial, aunque ello los exceda. La oposición debe hacer otro trabajo para no terminar otra vez como los malos pronosticadores del clima ante una administración que finalmente termina fortalecida por lograr acuerdos. Por Eduardo Pérez.
2 de junio de 2024
A ver si podemos ver algunas lecciones de este conflicto: En lo estríctamente político, lo más importante es que este gobierno debe entender lo que ocurrió como un gran llamado de atención, y que es un mensaje claro que sirve para interpretar tanto el humor social como la realidad social.

La situación de todos es muy complicada y no hay margen para equivocarse en cuestiones tan sensibles como lo salarial -por ejemplo; porque realmente es un contexto muy delicado que incluso supera a este gobierno pero que debe ser atendido y comprendido. En este caso, además, hubo un acumulación de muchas broncas juntas, de todas las broncas que tenemos.

Entonces más que nunca el gobierno en este tiempo debe abandonar cualquier postura de confrontación; es decir, debe dejar de medir fuerzas con los sindicatos, con los trabajadores o con quien sea. No se trata de ver quién tiene razón acá; se trata de lograr la paz social y por ello el gobierno tiene que contener más que nunca.



Ganadores y perdedores
También aquí hay ganadores y perdedores, y en lo personal considero que los opositores fueron los que terminaron perdiendo en este conflicto: primero porque no estuvieron antes ni con los Policías ni con los docentes, y probablemente tampoco estén ahora. Sí se notó que solo estuvieron en el momento de mayor ebullición, no se aportaron ideas y no se hicieron responsables de integrar el Estado.

Si no se va a tener una actitud de responsabilidad política, bueno, habria que dejarlo nomás… y que el sueldo de todos los legisladores sean usados para pagar a los maestros y a los policías; porque si bien es cierto que la responsabilidad primaria es del gobierno -y que también es cierto que hace veinte años que gobiernan, los legisladores hoy integran el Estado. Y su labor no puede ser el de hacer videos o el de ser meros relatores de la realidad. Su trabajo tiene que ser otro. Con alguna propuesta. No hubo ninguna idea de cómo solucionar el conflicto, tanto, que hasta lo notaron los manifestantes, que además los rechazaron siempre. Porque incluso los mismos manifestantes detectaron que cuando esto empezó a aburrir se empezó a desvirtuar el justo reclamo.

Muy por el contrario al de su voluntad, toda esta proyección y toda esta carga de tensión negativa que le pusieron a la historia, cuando se desató terminó siendo un latigazo para ellos mismos. El gobierno logró desatar el nudo y volvió a mostrarse triunfante, y quienes anunciaban la Tormenta Perfecta se terminaron mojando; es decir, cuando los demás decían que este era el Fin de todo, y que acá se expresaba el destino de la provincia, el gobierno, mal o bien -sin evaluar ni juzgar, demostró a la oposición y al resto de la sociedad que pudo llegar a un acuerdo.

En definitiva a la larga, pareciera, y por lo visto a lo largo de los últimos años, que eso –el acuerdo, es lo que valora la gente. Que más allá de todas las críticas y los problemas, o deficiencias reales que tiene esta administración renovadora, guste o no, navega. Y eso es más importante que cualquier otra estrategia.

Básicamente: Después de que la oposición sonríe en una crisis. la termina llorando. Que finalmente el fortalecido termina siendo el gobierno, mientras los otros -otra vez, vuelven a ser malos pronosticadores del clima, o peor aún: Falsos profetas del destino.





Eduardo Pérez | Horas de Periodismo