Docentes fueron reprimidos durante la protesta frente a la casa de Passalacqua y en la legislatura

Nuevamente los docentes y personal estatal protestaron por mejores salarios este jueves frente a la legislatura de Misiones, donde a falta de personal policial suficiente, se colocaron vallas que fueron derribadas durante la manifestación.

Los diputados Francisco Fonseca (UCR), Miguel Núñez (PRO), Analía Labandoczka (PRO) y Horacio Loreiro (PRO) abandonaron la sesión y se dirigieron afuera del edificio donde un grupo de docentes y personal de salud se manifestaban. Al notar a los legisladores, algunos manifestantes repudiaron su  presencia, acusándolos de oportunistas, entre otras cuestiones.

Luego se trasladaron a la casa del gobernador Hugo Passalacqua donde infantería disparó balas de goma y arrojó gases lacrimógenos.

Cabe recordar que un importante grupo de la policía de Misiones se encuentra protestando frente al Comando Uno en la avenida Uruguay.

Ayer funcionarios del Ejecutivo provincial volvieron a ratificar su idea de sancionar a aquellos policías que se plieguen al reclamo, el vocero de la fuerza provincial, Ramón Amarilla, informó que rechazaron la última oferta que les hizo el Gobierno: 30% de aumento ante la brutal inflación. Y mientras eso levantó tesión, la protesta en la Legislatura -que hoy tuvo sesión- mostró la cara más represiva del protocolo. Es que mientras los docentes quisieron interrumpir el Parlamento local, los efectivos tiraron gas pimienta para impedir la estampida. A esta hora de la noche, una caravana de personas (entre docentes, yerbateros, policías y demás) se movilizaba hasta la casa del Gobernador, Hugo Passalacqua.

Se contaron tres disparos por parte de la policía, quienes además recibieron algunos piedrazos de quienes estaban enfurecidos por la represión, hasta que entre los manifestantes llamaron a la calma y protegieron a los miembros de la infantería que, luego de varios minutos de tensión, se retiró del lugar, situado por 25 de mayo casi San Martín del centro posadeño. A pesar de las agresiones cruzadas, al cierre de esta edición, no se registraban heridos.

Los uniformados con sus cascos y escudos llegaron un minuto antes que los manifestantes para cubrir la casa del Gobernador misionero que, en ese momento, aparentaba estar vacía. Luego de los incidentes, los presentes hicieron una sentada con asamblea y pegaron carteles en las paredes de la vivienda. La Gendarmería llegó por último como para custodiar el edificio.

El episodio se desencadenó tras un intento de los manifestantes, integrado en buena parte por docentes y otros empleados públicos, intentara ingresar a la Legislatura. Sin embargo, un grupo antimotines de la policía provincial evitó que eso sucediera al arrojar gases lacrimógenos. Una docente fue golpeada por un policía y un reportero gráfico fue alcanzado por el gas que un policía apuntó a su cara.

Con información de La Voz de Misiones y Página 12