ECONOMÍA. En tanto, el riesgo país supera los 2.500 puntos a pesar de que S&P sacó a la Argentina del «default selectivo».
En una nueva jornada de turbulencia en los mercados, tras la baja de calificación de Standard & Poor’s a «default selectivo» para la deuda de corto plazo, el dólar subió a $61 y obligó al Banco Central a vender otros 387 millones de dólares de reservas.
Como explicó LPO, la agencia calificadora no recibió de buena manera la la decisión de Hernán Lacunza de postergar el pago del 85% de los vencimientos de capital de las Letes, las Lelinks, las Lecaps y las Lecers en manos de inversores institucionales y por eso también bajó un nivel en su escala a la deuda de largo plazo local al cambiarle la nota de «B» a «CCC».
El efecto se hizo sentir inmediatamente en la apertura del mercado y el riesgo país se disparó a 2.505 puntos básicos, el máximo desde la reestructuración del 2005, con la consecuente caída en los bonos locales.
No obstante, cuando se conoció que la calificadora daba marcha atrás en la baja de la nota y sacaba al país del «default selectivo» al publicarse el cronograma de pagos del Ministerio de Hacienda, el indicador del JP Morgan no retrocedió.
Por su parte, el dólar avanzó un peso y cerró a $61 en la pizarra del Banco Nación. En tanto en el segmento mayorista, se terminó operando a $59,51, en un alza de un peso y sesenta centavos.
Al igual que en la rueda previa, el Banco Central se mostró ausente a lo largo de la mañana y recién intervino a las 13:15 con 169 millones de dólares. Al no lograr frenar el avance del billete, realizó otras tres subastas donde adjudicó otros 218 millones para totalizar el día con una venta de 387 millones.
Como último recurso, Sandleris apelo a una nueva suba de tasa para llevarla al 84,3%, aunque tampoco logró frenar la escalada de la divisa frente a semejante desconfianza. De esta manera, el Central persiste en dilapidar reservas y cada vez se escuchan más voces que piden un control de capitales para detener la fuga.
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