Un centenar de productores de yerba decidió no iniciar la zafra de verano, en rechazo a los valores actuales y a los cheques impagos por parte del sector industrial. La medida fue tomada en la asamblea realizada en Campo Grande, como protesta al Decreto 812 del presidente Javier Milei que imposibilita al INYM intervenir en el mercado fijando precios ni controles.
Buscan bajar la cantidad de materia prima en la industria que ya tiene los galpones llenos de yerba.
Según los colonos, producir un kilo cuesta $426 y los secaderos pagan apenas $180, cifra que no cubre los gastos básicos. A esto se suma un aumento preocupante de cheques rechazados, que deja a muchas familias al borde del quebranto.
Con un mensaje unificado, los productores denunciaron que la crisis se agravó y que «los molinos avanzan mientras los colonos siguen tirados». La suspensión de la zafriña busca visibilizar la situación y exigir una respuesta.
La Asociación Misionera de Productores de Yerba Mate convocó a una nueva reunión para el jueves 27 en San Vicente, advirtiendo que el escenario es «insostenible» y que no hay condiciones para levantar la zafra sin precios justos ni garantías de pago.
INFOBER 