“Inventaron diciendo que vivo en Puerto Madero. Yo vivo en Oberá. Los que me conocen saben que vivo acá. Mis nenas van al Colegio Concordia de Oberá”, afirmó señalando que «yo vengo del sector privado. Vengo a dar un servicio a la función pública… si realmente estoy acá es porque quiero dar un servicio para cambiar el rumbo de mi país y de mi provincia», aseguró el candidato a una banca en el Congreso por La Libertad Avanza, recordando que “también decían que yo era de la Renovación, y no tengo nada que ver. A Carlos Rovira no lo conozco, nunca hablé con él”, insistió.
“En Argentina tenés impuestos muy abusivos y el mercado te ajusta, te lleva mucho al negro, hay una informalidad increíble; no hay empleo nuevo y cuando vos le pedís mucho a un sector que es el que tiene que invertir, te estás pegando un balazo en el pie”, describió en una entrevista con La Voz de Misiones, destacando el “apoyo histórico” de Estados Unidos.
“Somos unos de los cinco países del mundo con superávit, tenemos una relación de deuda con el PBI normal, del 45%; el país no está endeudado, está pagando su deuda con el bolsillo; está bajando la deuda y los mercados están acostumbrados y se van; y el Tesoro (de Estados Unidos) te compra pesos porque esta subvaluado, y es un apoyo histórico”, remarcó.
Además aseguró que “la volatilidad cambiaria se va a eliminar cuando se termine lo electoral” y la economía va a mejorar “cuando la inflación llegue a un dígito” y estén las condiciones de recuperar el crédito.
El economisma insistió en que “no podemos volver atrás, porque la inflación es una transferencia de dinero de la gente de bajos recursos a los ricos”, opinó y aseguró: “He visto empresas grandes llenarse de dinero con inflación alta; ellos acopian y el que está desesperado tiene que deshacerse de la plata; ahora cambió eso y el que tiene la manija es el consumidor”.
Respecto a la situación de la yerba, Hartfield asevera que en el sector “comprenden” los argumentos libertarios: “no fue Milei el que mató a los pequeños productores”, sino “la regulación del precio” de la materia prima, aseguró.
“Yo se los dije en la cara: estuvimos con toda la cadena, agricultores, secaderos, molinos; tengo clientes de todo el espectro de la yerba y conozco. Acá se ha regulado un precio artificial que hizo que vengan de todos lados a plantar yerba; y cuando vieron que todo el mundo plantaba pusieron una traba a la plantación”, y detalló que “en 2024, se cosecharon 1.000 toneladas, cuando el promedio era de 800.000 kilos; los galpones están hasta el techo de yerba”.
“El precio regulado tampoco evita la ley de la vida, que es la oferta y la demanda. Te dicen ‘te compro, pero me tenés que devolver en negro; o si no, te pago con un cheque a 360 días’”, relató analizando que «no se soluciona de un día para el otro; hay que ir hacia el mercado y fortalecer la demanda de yerba; podemos crecer internamente, hay provincias que todavía no consumen tanto mate; en Argentina consumimos seis kilos per cápita, y Uruguay consume 11 o 12; si subimos un kilo, ya faltaría yerba de vuelta; hay cosas reales que se pueden hacer”, planteó.
