«Fue excepcional, no está en la cabeza de ninguno de nosotros andar expropiando empresas», dijo Alberto F.

BUENOS AIRES. Alberto Fernández aseguró que la decisión de intervenir y buscar la expropiación de la empresa cerealera Vicentin no fue idea de la vicepresidenta Cristina Kirchner. El Presidente dijo que la medida surgió en diálogo con el ministro de Desarrollo Productivo Matías Kulfas y consideró que la decisión que tomó fue «absolutamente excepcional».

Fernández anunció el lunes en Casa Rosada que el economista Gabriel Delgado intervendrá la compañía, una de las principales agroexportadoras del país. Además destacó que la voluntad del Estado es «rescatar» a la empresa, que tiene una deuda total de U$S1.350 millones e ingresó en un concurso preventivo de acreedores. Explicó que buscará la expropiación de la compañía en el Congreso y que será gestionada por YPF Agro.
El Presidente negó que la vice esté detrás de la medida. «No fue así, fue una decisión absolutamente estratégica. Que hablé con Kulfas, con el gobernador de Santa Fe Omar Perotti y la senadora Anabel Fernández Sagasti, que se sumó porque tenía un proyecto de expropiación», afirmó. Además dijo que la decisión que tomó fue «absolutamente excepcional por su naturaleza estratégica». «No está en la cabeza de ninguno de nosotros andar expropiando empresas», afirmó.

Pidió que nadie crea que tienen como política quedarse con empresas privadas. «Esencialmente porque no creo en eso», planteó y resaltó que Vicentin «no es una compañía próspera, sino quebrada». En esa línea, rechazó la propuesta de la diputada K Fernanda Vallejos, que planteó que el Estado debe quedarse con acciones de empresas a las que asiste para el pago de sueldos.

Aseguró que el jefe de Gabinete Santiago Cafiero y los ministros (salvo el de Desarrollo Productivo) no estaban al tanto de la medida. «No lo hablé absolutamente con nadie, excepto con Kulfas», dijo en diálogo con Radio Con Vos. Agregó que no cree que el Estado deba hacerse cargo de todo pero que «ante situaciones estratégicas, no puede estar mirando desde la platea».

Consideró que «hay una voluntad de demonizar a Cristina Kirchner y perjudicar al Gobierno mostrándola como un demonio que no es» y pidió que «si algo sale mal» que le echen le culpa a él, y no a su vice. Además dijo que «sería muy injusto» con la vicepresidenta si dijera que ella le «impone posiciones». (TN)