2 veces en 2 meses: Unos $100 mil para sacar nuevamente la bomba, la otra está rota sin repuestos

OBERA. El fiasco proyecto multimillonario de parque termal como producto turístico sigue costando y caro.

La bomba que dejó de funcionar el jueves, en plena Semana Santa por un «desbalance de tensión» aunque nadie sabe bien la razón, deberá ser retirada con grúa ya que «el problema está abajo» dijeron. Fue en febrero que se la reparó.

Son 300 metros de pesados caños y cables que sujetan la bomba, reparada hace poco. Desde el municipio manifestaron que están preocupados pues, habían logrado bajar los costos y durante más de un año no se dañó la bomba como era frecuente antes, cuando la esposa del ex intendente Ewaldo Ridnfleisch (Nory Eichelt) estaba al frente,  y resultaba en un jugoso gasto de grúas y reparaciones, que quedaban en manos del viejo amigo Pedro San Juan, aquel que hizo la perforación de 8 pulgadas al costo de 17, e inició la segunda perforación que jamás terminó para la que se le entregó 400 mil dólares.

Por cada retiro de la bomba, cobraba 120 mil pesos y el arreglo que se hacía en Grunfos (Buenos Aires), otros 200 mil pesos. Curiosamente, desde 2015 en adelante cuando la administración de la CELO cambió, se consiguió un servicio de grúas un 30 % más barato.

Según informaron, la municipalidad se hará cargo nuevamente de las reparaciones y para ello el ejecutivo está buscando una grúa de la zona pero no saldrá barato, pues esta vez no hay una segunda bomba para colocar en reemplazo de la que se sacará. La bomba alternativa se encuentra en Buenos Aires sin repuestos. Eso encarecerá el costo de alquiler de la grúa, pues habrá que tenerla más tiempo en el parque una vez se retire la actual y hasta su reparación, o hacerla ir dos veces al predio. Y así, la erogación del «pozo sin fondo» continúa.

Ya nadie sabe con certeza cuanto dinero le ha costado a los contribuyentes desde 2003 a la fecha y la asistencia de visitantes sigue siendo baja, la mayor parte son obereños o de la zona que, obviamente no cumplen con el objetivo turístico. Los obereños solo van a pasar el día, no consumen plazas de hotel, y todo lo relacionado a la industria del turismo y el parque termal no pasa de ser un fiasco costoso que fue turbio en números, como casi todo el manejo de recursos durante la gestión anterior.

Hace un tiempo, desde la CELO se analizó ceder su parte de la administración de las Termas de la Selva (compartida con la municipalidad) a la Federación Argentina de Trabajadores de Luz y Fuerza (FATLyF) como compensación por una deuda con la entidad de 70 millones de pesos, pero esto no pasó de unas pocas charlas. Hoy la CELO abona el costo energético de la bomba, entorno a los 80 mil pesos mensuales.

Por su parte, el intendente Carlos Fernández había asegurado que desde julio, el parque no estaba siendo deficitario debido a una mejor administración del consorcio que ahora obtuvo precios de proveedores y de insumos hasta tres veces más baratos que los que pagaba el ex jefe comunal y actual Director de Arquitectura de la provincia, Ewaldo Rindfleisch. No obstante cabe recordar que, el salario del personal es abonado por el municipio y no lo contabilizan como costo.

 

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