POSADAS y OBERA. El Superior Tribunal de Justicia de la provincia de Misiones aceptó revisar el fallo que en marzo pasado absolvió al locutor obereño Pascual Alejandro Santa Andrea, acusado de abusar de una niña de 9 años de edad.
El Tribunal Penal nº 1 lo absolvió por el beneficio de la duda y la fiscal Salguero había apelado a fines de marzo, pero recién días atrás el máximo tribunal misionero decidió revisar el fallo antes de dictar una sentencia definitiva.
En marzo pasado, El Tribunal Penal nº 1 encabezado por la jueza Lilia Avendaño, secundada por José Pablo Rivero y Jorge Erasmo Villalba decidió absolver al locutor acusado de abuso. Le otorgaron “el beneficio de la duda”. La fiscal había pedido trece años de prisión.
Santa Andrea, de 60 años de edad, estaba acusado de abusar sexualmente de una menor de 8 años de edad y de familia extremadamente humilde, en agosto de 2013 en su domicilio del barrio obereño de Villa Barreyro. Los jueces Lilian Avendaño-presidente del Tribunal-, José Pablo Rivero y Jorge Villalba (subrogante del camarista titular Francisco Aguirre que se inhibió por su amistad con el acusado), llegaron a la conclusión que había suficiente duda con respecto a si Santa Andrea había abusado o no de la chiquita. Los fundamentos de la sentencia se leerán el próximo miércoles 23 de marzo a las 12 horas.
La fiscal Estela Salguero había pedido una condena de 13 años para Santa Andrea, que fue defendido por dos reconocidos abogados del foro local: Manuel Elordi y Javier Millán Barreda. El lunes 19 de agosto de 2013 Rosa Quintana, una mujer de por entonces 42 años de edad que vive con sus hijos en condiciones muy humildes en el obereño barrio de Villa Gunther, denunció en sede policial que una de sus hijas (Caterina, a la que apodan “Catita”) le contó que “le dolía ahí abajo” (por su vagina) y que un señor al que no conocía la había hecho entrar en su casa, le tapó la boca, la bañó, le metió los dedos en la vagina y, según señaló la fiscal salguero en el juicio, la obligó a practicarle una “fellatio” (sexo oral). Las niñas-también la acompañaba su hermana mayor de 12 años de edad-solían recorrer el barrio pidiendo comida o dinero. Luego trascendió que el acusado era nada menos que “Cacho” Santa Andrea, histórico conductor de la “Fiesta Nacional del Inmigrante” (la mayor fiesta de Misiones) y reconocido hombre de los mass-media.
Además, en ese momento, se desempañaba como Secretario del Concejo Deliberante de la ciudad de Oberá, dada su amistad personal y su ligazón política con el por entonces alcalde Ewaldo Rindfleisch (militaron juntos en la Unión Cívica Radical y luego en la Renovación). En un primer momento el Juez Horacio Alarcón allanó el domicilio del acusado-dónde habría ocurrido el supuesto hecho-y lo puso preso. Condición en la que estuvo casi cuatro meses (en una sala especialmente acondicionada para él en una comisaría y alejado de los otros presos) hasta que un tecnicismo legal anuló el testimonio que la niña prestó en la Cámara Gesell.
En junio de 2014 “Catita” volvió a ser sometida a una Cámara Gesell pero esta vez en la localidad de Puerto Rico (la anulada fue en Oberá). Tras el nuevo testimonio el Juez Alarcón (que retornó a la causa tras un paréntesis impuesto por un accidente estando de vacaciones y que hizo que lo subrogue la Jueza Alba Kunzmann de Gauchat) lo procesó, pero lo mantuvo en libertad a la espera del juicio oral. El juicio comenzó en febrero de este año, se cumplió con la primera jornada en la que desfilaron testigos y debió suspenderse porque la fiscal se contagió de dengue. Hasta este miércoles. Para la fiscal la defensa no pudo refutar la acusación de abuso sexual.
Para la defensa hubo contradicciones tanto en el testimonio de la niña como de su madre y su hermanita y acusaron al juez interviniente en un primer momento y a la perito psicóloga que evaluó el testimonio de la nena en la Gesell de “alterar los hechos a propósito” y de “inducir a la niña”, respectivamente . La fiscal había pedido 13 años de prisión.
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